lunes, 12 de diciembre de 2011

Otra de ellas

No me acuerdo si era morena o rubia, pero era preciosa. No he despreciado pelirroja porque no lo fuera, pero como ya os he dicho, no me acuerdo.
Tenía una voz preciosa, de esas que ves en un anuncio de dentífrico doblado y te enamora.
No era cariñosa, más bien todo lo contrario, no quería acercarse a mí, decía que estaba bien con sus amigas, que yo lo único que iba a hacer con ella era ponerla encima de la cama para echarle un par de polvos y después dejarla tirada para que fueran otros polvos los que se le vinieran encima.
Era una estúpida, siempre en su intocable estado de ingravidez, siempre perfilándose, mirándome de reojo para atraerme. Era tan bonita...
Yo me acostaba cada noche pensando en ella. Quería poder llegar a verla algún domingo en mi cama con ojeras y una camiseta mía, pero no había cojones, ella no bajaba, decía que todo el cariño que me podía dar era de una forma distante, decía que no quería que la conociese, que prefería ver mi cara intuyendo lo que ella quería decirme.
Me tenía hecho un lío, llegó el punto en el que no supe pensar más que en ella, olvidé lo que tenía que hacer y un clipper a juego con sus ojos negros era lo único que me hacía falta tener a mano.
No os voy a negar que me cambiara, quizá lo imbécil que soy ahora se debe a ella o yo le debo a ella que haya despejado mi imbecilidad, no lo sé.
Ella era una idea, mi idea. Ella eran mil letras en mi cabeza. Ella era poesía, ella era música, ella era tinta de un bic que se cansó de escribir.
Quizá ahora entendais por qué ella no me quiso, no soy más que otro capullo del sitio en que vivimos, otro adolescente con un librillo de ocb escondido en la cartera, otro intento frustrado de algo diferente, otro desmerecedor de la belleza natural, otro baboso de rubias un sábado de madrugada.
Sin embargo, ahora sueño cada noche. Unas noches con poesía, otras con música, otras con letras paseándose en mis ganas de agarrarla a ella. Solo quería contaros eso, que sueño, y cada día de una manera distinta, pero que es esto lo que me hace levantarme y miraos con poesía como filtro, con letras como lluvia, con un susurro melódico que me dice: "No te vayas todavía, no hemos terminado".
Llamadme enfermo, pero he tenido que esperar a soñar para ver lo bonito de todo esto.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La flor del bosque

Paseando por el bosque no había ni una flor, no por razones climatológicas ni por la repercusión que podamos tener nosotros; sinceramente no sé la razón, no soy biólogo ni geólogo, dejad de agobiarme que me saturo.
Subiendo la cuesta más inclinada, con el paso al rítmo del sonido de la falta de oxígeno y de la pseudofortaleza que tenemos por ser jóvenes, Nico trae una flor morada. Es pequeña y frágil, dulce, quizá romántica (hace ya tiempo que no se diferenciar entre lo romántico y lo convencionalmente maquillado), con el centro amarillo y con toda la vida que me falta a mí después del paseo mañanero. Después de agradecerle el regalo de cumpleaños tan currado, me doy cuenta de que sí está tan currado; no hay ni una flor más.
Ni una maldita flor en un bosque con la civilización a más de algún kilómetro "a la redonda".
Ya sé lo que pasó, por qué no encontré la flor antes, porque no miré el suelo. Viendo como van las cosas, creo que a partir de ahora voy a mirar al suelo desde que salga de mi habitación, que van escaseando las flores y hay que aprovechar las que haya, que no es porque sea invierno; no hay más flores moradas bonitas porque somos unos insecticidas que cada vez le echamos más mierda al bote en el que vamos dentro, y si no mirad como vamos a matar flores este domingo gracias a los señores que manejan la calumnia en vez de la empatía en un debate seguido por aquellos que quieren creerse que esto va a cambiar.
Fumáos la flor que os encontreis y olvidad lo que acabo de escribir, que todavía soy un niño y no sé lo que digo.

He aquí la flor de la que os hablé:)

martes, 8 de noviembre de 2011

¿Víspera de qué?

Vivimos en una continua víspera. Bajo el lema de que el pasado quedó atrás, nos arropamos con anhelos, vísperas, circulitos en el calendario que marcan que tal día será grande o alarmas en el móvil.
Me cuesta confiar en mí, así que yo voy a pasar de vísperas y anhelos, que solo son escusas para aliviar la mierda de presente. Somos lo que hacemos en el momento, ya está bien de fardar de lo que hicimos o haremos. Yo de momento soy un enfermo, de aquí a túmedicescuándo ya seré el que te lleve el desayuno a la cama, o no.
No voy a escribir mucho más, ya he dicho lo que tenía ganas de contar, que estoy cansado del "tengo ganas de" y el único anhelo que tengo es el de disfrutar ahora mismo, que mañana estaré de resaca, así que pásate una mora Folladoblis que quiero que me entre el sueño ese que me gusta.

domingo, 23 de octubre de 2011

La densidad de un sueño

La inquietud de unos labios, la presión de un recuerdo, el malestar general, los sentimientos de un litro caliente, una idea encerrada en un espacio abierto. ¿Cuántos significados podríamos darle a cada uno de esos conceptos? ¿Qué bien suenan, eh?
Piensa ahora mismo en algo, lo que sea, y ponle cualquier nombre abstracto delante. Te sientes un poeta y no estás más que haciendo el pollas leyendo un blog con peces a la izquierda.
Dicen que la belleza es subjetiva, y yo digo que estamos rodeados de subjetividad, pero, ¿es todo bello? Y una polla, pensaréis.

Pues sí, todo es bello, subjetivamente bello, de ahí ya sacad lo que queráis. A lo que sea feo podríais ponerle un nombre abstracto antes que ya habéis visto que bien queda.
No sé qué escribir, me apetece contar cosas con palabras bonitas pero no me salen más que insultos, estoy cabreado, con malestar general, me presionan los recuerdos, me inquietan sus labios, tengo una idea que todos veis y que no os puedo contar, me siento como un litro caliente, ahora es todo tan abstracto...
Ella era efímera y por ello subjetivamente bella. No me decía guapo, pero medía la densidad de un sueño, de mi sueño.

martes, 4 de octubre de 2011

"Pues el mar, el cielo, las estrellas, las flores, la primavera, un abrazo, yo que se todas esas cosas!"

Hoy estoy nostálgico, hoy estoy pensando, hoy estoy imbécil. Hoy me apetece contar mil cosas y no me apetece una mierda escribir; tengo ganas de ver las letras salir pero no de sacarlas yo.
Hoy me voy creyendo la falta de alguien que se fue el otro día, hoy me voy dando cuenta de cómo van las cosas, hoy pierdo el tiempo como ayer dándome menos cuenta que mañana, hoy me fumo los recuerdos, y ellos me van matando las neuronas.
Hoy me quedo en casa, no es que no me interese lo de fuera, no me interesa lo que están haciendo con lo de fuera; hoy estoy cabreado, hoy estoy vacío, falto de algo que sé lo que es pero no me apetece decirte, hoy quiero estar solo, rodeado de tanta gente que solo me importe el no quedarme sin fuego.
Hoy quiero ser un caracol sin caparazón, voy a ir sin casa babeando por ahí, pero voy a encoger las antenas que me dan miedo las alturas y las piernas largas.
Pues eso, seguid con lo vuestro, que yo voy a ver si siendo caracol puedo hacer algo con tanta babosa.

martes, 30 de agosto de 2011

http://www.youtube.com/watch?v=xllfJNQFOuo&feature=player_embedded

Un mono que bucea con una bombona de oxígeno y sabe taparse los ojos para que no le moleste el cloro del agua de la piscina. He visto yoquesecuántos vídeos de animales haciendo cosas que hacemos las personas, en eso nos entretenemos mientras se mueren los niños en África, aunque bueno, no es lo único que hacemos, también hacemos fiestas para el papa y pagamos impuestos que son devueltos por la policía en forma de hostias, pero eso ya son otros hobbies.
Llevo unos días mirando desde fuera el día a día de las personas y el del resto de seres.
Somos el ser más inteligente que pisa la tierra, y podemos pasar 4 horas sentados delante de la tele mientras hay gente durmiendo en la calle y guerras no demasiado lejos. Teóricamente, debemos ser los más empáticos pues somos el único ser que tiene sentimientos, pero en vez de usarlos en nuestro favor, acabamos puteándonos jugando con esta ventaja que traíamos de serie. Los avances tecnológicos nos están haciendo más sedentarios que nunca y ya solo nos falta la máquina que nos haga hibernar. De todo esto deduzco una involución humana, y lo triste es que no he entrado en sociedad porque entonces no hablaría de involución, simplemente no hablaría porque no sabría qué adjetivo usar.
Los animales no han cambiado tanto; siguen actuando por instinto pero no les va mal, los únicos problemas serios que tienen se los hemos causado nosotros y nuestra citada involución. Qué gracioso, estamos jodiéndolo todo, pero da igual, serán mis hijos los que pasen agosto encerrados con el aire acondicionado, ¿no?
Es el puto afan de ser los reyes lo que lo está jodiendo todo; que seamos más inteligentes no quiere decir que tengamos que mandar, quiere decir que podemos deducir cosas, predecir otras, y todo esto usarlo para que los que no pueden deducir o predecir puedan servirse de nuestros avances. Vamos a dejar de inventar mierdas, vamos a dejar de pensar que podríamos cobrarle un peaje a los girasoles cada vez que quieran mirar el Sol, vamos a dejar de pensar que los monos podrían bucear, vamos a dejar de pensar que los delfines son un show; vamos a actuar con la inteligencia que tenemos mezclada con el instinto de los animales, vamos a curarnos la societitis que tenemos y vamos a hacer el amor, que nos hace falta.

viernes, 5 de agosto de 2011

¿Qué es ella?

Ella es diez minutos de silencio que me rompen los oídos diciéndome lo que ella está maquinando en su cabecilla. Anoche verifiqué con un amigo lo mucho que la quiero porque hace que me hable el silencio y que no me importe que no me hable si la tengo cerca y puedo ver sus ojos.
Ella es un cúmulo de cosas materiales o no. Ella es una simbiosis entre lo que busco y lo que me da miedo buscar, un cuento de disney escrito en cada parte de su cuerpo, cosquillas por doquier, una risa contagiosa y una particular sensualidad detrás de una cortina de autobús.
Ella es 20 días de cariño, nosecuántos besos con ruidos extraños, sigosinsabercuántas carcajadas estúpidas, 14 fotos y una caligrafía femenina en un libro francés con significado gaditano.
Ella es más de 300 km de dificultades, lo que pienso por el día y lo que sueño por la noche, una máquina recordatoria de cada diálogo en lúgubres calles alegradas por lo inmaterial que nos une.
Ella es estúpida y tiene cara de suricato, pero ella es lo que me apetece estrujar ahora mismo.

sábado, 16 de julio de 2011

Otra mujer más

Hoy para variar os voy a hablar de otra fémina. Ahora mismo tiene cierta repercusión en mi día a día así que me gustaría que quien lea esto la conozca un poco más.
La conozco desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora había tenido solo dos contactos con ella, y aunque fueron fructíferos, fueron leves, por lo que ahora la estoy aprovechando todo lo que puedo, la estoy estrujando al máximo.
Es rubia y de piel clara, para que me entendáis tiene cara de guiri. Su estilo es algo apagado y un tanto lúgubre, cosa que a mi me gusta porque no es a lo que estoy acostumbrado y ahora mismo me llena. Hay quien dice que es demasiado fea, pero yo me siento agusto con ella. Nos os hablaré más de su físico pues sería un tanto subjetivo y acabaría siempre resaltando mi atracción hacia ella. Solo cabe destacar una cosa más, su elegancia la distingue del resto de mujeres de este tipo.
En lo que se refiere a su carácter, es algo reservada, nunca intenta dar la nota y aunque está siempre ahí pasa desapercibida. Es civilizada y aguanta mis tonterías, mis destellos de estupidez y mis absurdas españoladas.
Os hablo de Francia, llevo ya dos semanas de romance con ella, y aun tengo otras dos como para enamorarme y llorar cuando vuelva a España. Escribo esto mirándola por la ventana; me seduce con un bosque al fondo, con una carretera por la que apenas caben dos coches a la vez y con campos de girasoles observando lo que hago cuando el sol está encima de mi casa.
Quizá no tenga curvas femeninas ni una voz agradable, pero no me grita cuando me habla y no tira ni un papel al suelo, con eso ya es suficiente.

martes, 12 de julio de 2011

Palabras convencionalmente bonitas explicadas a los niños

Me jode pensar en lo inocente que era hace no muchos años y en lo asqueado que estoy ahora de lo que somos. Mi amor hacia lo relacionado con la sociedad es decreciente, y me asusta el no saber donde voy a tocar el suelo. He aquí el motivo de mi redacción hoy; quiero hacer que los niños sigan siendo felices cuando sean menos niños. No sé muy bien como hacerlo, tengo muchas ideas y muchos reproches a mi "madurez" o "acercamientoalatristeza", así que iré poco a poco intentando ser claro para que los niños no tengan problema en entenderme.
En lo que se refiere a las relaciones sociales, aprovechad a toda la gente que tenéis alrededor. Cuando te haces mayor, vas conociendo a las personas, y eso es una cosa bastante fea, así que limitaos a jugar al pilla pilla o a tener inocentes acercamientos al jugar a los médicos. Las niñas no se cabrean si tienes 5 novias cuando tienes 7 años, así que échaos novias hasta que se cabreen, pero no dejéis que se os acerquen mucho, solo dadles el título de novias y algún que otro beso en la mejilla, que si le dais lo que en teoría una novia conlleva os vais a hacer adultos y recordad que es eso lo que intentamos evitar.
En lo que tenga relación a cultura, os recomiendo que no le hagais demasiado caso a los profesores pues aunque nos enseñen lo que pone en los libros, muchos son personas rencorosas que intentan arreglar sus problemas de infancia pasándolos a otros niños, así que una vez os enseñen a leer, leed lo que dijeron personas que no eran profesores y a ellos no le hagáis más caso del necesario, solo estad atentos a todo lo que pasa y tened afán de conocimiento, que ayuda más que el afán de aprobar el examen de mañana. Quizá penséis que estoy loco, pero no hacen falta buenas notas para saber mucho. Vamos a hacer que las continuas evaluaciones que nos impone la sociedad para compararnos desaparezcan. Vamos a enseñarnos unos a otros lo que sabemos.
Los juegos y demás cosas "infantiles". Os propongo dejar de llamarles infantiles para que nos acompañen toda la vida. Nunca eres mayor para ver el rey león, y el principito es más saboreado cuanto más trabajado está, así que no tengáis ganas de hacer lo que hacen los mayores y esto hará que no seais tan maduramente infelices.
La política no os la tengo que explicar, el régimen democrático que tenemos es como vuestro patio del recreo; hay un matón que nos quita el bocadillo sin más razón que la de ser el matón y muchos grupos que juegan separados intentando pasar desapercibidos para no molestar al matón. Propongo unir todos esos grupos, deshacernos del matón y jugar todos juntos.
No tengo mucho más que explicar por no equivocaos, yo ya dejé de ver películas de dibujos animados porque crei que era mejor el tuenti, así me va, solo decir que espero que vosotros con esto y con la vergüenza que dan los "adultos" hagáis algo grande.

martes, 28 de junio de 2011

Hace unas cuantas vidas (con Laura)

No éramos tu y yo, éramos nosotros.
No teníamos cada uno un lado de la cama para hacer, lo hacíamos al lado de la cama y nos teníamos cada uno.
No mirábamos a la Luna para enamorarnos, la Luna nos miraba por enamorados.
No había papeles que regularan nada, solo un librillo de OCB en la mesa que pegaba regular.
Para nosotros no existían normas, todo era un campo de batalla donde podíamos jugar libremente con nuestros sentimientos, bombardear con sonrisas, disparar con miradas, derrotar al enemigo con un solo beso.
Podía pasar horas diciéndote lo mucho que me gustaba que me tapases el cuello con tu pelo, que me hablases tan cerca que ni tu te enteraras.
Podía pasar horas maldiciendo las milésimas de segundo donde tu parpadeo me censuraba la alegría, pero hoy pasan las horas peor que hace unas vidas, ¿por qué?
Me encantaría decir que todo terminó bien, que conseguimos cumplir todas nuestras promesas, todas aquellas que pactabas con un pequeño mordisco en mi labio. Pero nuestras sábanas dejaron de ser refugio de los problemas exteriores, esos que consiguieron introducirse lentamente por nuestro cabecero, ese que compramos en aquella tienda de antigüedades por su peculiar tallado de una pareja desnuda, esos problemas que fueron recorriendo poco a poco nuestra almohada y nuestro colchón, esos que han sido mi despertador, pero, ¿qué pasa?
Despierto y estoy solo, en el pie de la cama solo hay ropa, y es la de hace unas cuantas vidas, creo que todo ha sido solo un sueño, y recuerdo que estoy solo, que lo único cierto es que hay un librillo de papel, y que ha sido la combustión de este lo que me ha hecho pensar que me has mordido el labio, que nuestro campo de batalla ha existido y que tú ibas a despertar habiendo hecho sudar el otro lado de la almohada. Hace unas cuantas vidas eras un sueño, hoy eres un motivo de melancolía.

martes, 14 de junio de 2011

Bajo el cartel del corte inglés

Bajo el cartel del corte inglés solo hay farolas y una fuente que no echa agua. Desde la carretera el panel se ve estilizado, desde aquí solo es estúpido, aunque si nos hemos fijado en el será por algo.
Bajo el cartel del corte inglés hay un proyecto de parque. Hay gatos recién nacidos en mitad del camino que lleva al banco que te pide un clipper y un cartón. Uno de ellos está en la chusta de la vida y nos deja acariciarlo, y pese a que nos pinche con su marcada columna vertebral, la ternura es notable en el momento. El otro escapa avisando a la madre de que estamos fijándonos en ellos.
Bajo el cartel del corte inglés hemos hecho viajes astrales, quien los haya hecho conmigo sabe a qué me refiero, y hemos cambiado dicha publicidad por un paseo por el universo.
Bajo el cartel del corte inglés una cani nos ha pedido una calada de un cigarro de liar creyendo que era un porro.
Bajo el cartel del corte inglés el atardecer no es melancólico, pero es bonito.
Bajo el cartel del corte inglés estamos nosotros, pseudovíctimas del capitalismo que intentan escapar de la sociedad, pero aun así, una vez escapamos para sentir que nadie nos oprime, ¿dónde estamos? Bajo el cartel del corte inglés.

sábado, 11 de junio de 2011

"Pause"

Eso fue lo que le dijo la fémina mientras estaban manteniendo las relaciones que eran el preludio de un aturdamiento provocado por el orgasmo. Él ponía música que, acompañada de unas velas alrededor de la cama, eran el único acompañante de la pareja en el camino hacia el "piti de después", pero ella se cansó de dicho acompañamiento, le dijo que estaba harta de no ser la cantante en sus peculiares conciertos, que quería elegir la banda sonora de su vida.
La música es más que sonido, es más que el dinero que mueve, es un idioma, un menú donde elegir los platos que más convienen a cada momento de nuestra vida. Pero, ¿por qué no la utilizamos como tal? Pongamos, como ella, la música de nuestra vida. Yo ya la he puesto, y el disco de mi día a día es muy variado; llevo jazz y blues cuando quiero que la Tierra y todo lo que conlleva solo sea un globo inflado por los míos y por mi a nuestro antojo. Llevo una voz femenina a capella para cuando me apetece creer en el amor y tener una nostalgia selectiva. Llevo rock para que la sangre bombee a un rítmo igual en todos los que estamos presentes. Llevo un disco de Bob Dylan para un viaje en el que el THC y las teorías científicas sean lo único que nos acompaña. Llevo drum&bass para moverme con los bombos cuando a Zoze le apetece hacer del gran eje un Dakar.
Quizá parezca una tontería, pero cada música me hace vivir cada momento de una manera, cada rítmo me hace entender cada idioma sin haberlo estudiado; cada compás es un bombeo de mi corazón entendido como órgano que solo bombea sangre, y cada final de canción es el morbo del rítmo que me espera en la siguiente.

domingo, 5 de junio de 2011

Maybe tomorrow

Se despertó la princesa y su amante ya no estaba allí. Quedaba todas las noches con el que domaba a los leones para echar un rato placentero, y cuando despertaba ya no estaba, lo que hacía que su relación con su futuro príncipe no peligrara.
Quizá fuera la vergüenza de llevar ese apellido o el afan por el morbo lo que la movieran a volverse una adicta a dichos hábitos. Con esto no quiero referirme a que la princesa fuera ninfómana, sino a que la princesa le cogió gusto a eso del amor oculto.
El tiempo iba pasando, y ya había varios domadores de leones que escapaban antes del amanecer, pero, ¿era feliz la princesa? Puede que sí, el morbo de que la corona de su príncipe fuera un casco vikingo, el morbo del afan de superación entre los domadores y el morbo de ser quien era la hacían estar satisfecha. Ahora que escribo esto, quizá no fuera felicidad, quizá fuera morbo.
Pasó el tiempo, murieron los reyes y la princesa fue reina. Salieron a la luz todas las noches con domadores de leones, el problema fue creciendo y al final la decapitaron.
Quizá el cuento no os diga mucho, pero el problema de la princesa no fue no saber ser reina, sino no saber ser princesa. Quizá eso os diga más.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La culpa es de los políticos, ¿no?

Y es que la felicidad no es la facilidad para reirse, sino el estar bien contigo mismo y satisfecho con el resto. Hoy me han dicho en el instituto que soy raro porque ya no me río con las bromas que llevo escuchando todo el año, porque tengo un "rollo" que no es el normal y por lo que más me ha llamado la atención, porque no me gusta la violencia.
No sé por qué, pero el desarrollo que yo he visto desde que estoy en el instituto es que cada año es más fácil ver a dos enanos poniéndose los ojos morados con los puños. Y hoy me han enseñado que eso es lo que mola; que está guay animarlos a que se hagan sangrar por echar unas risas.
Yo, llamadme ignorante, no entendía lo que estaba oyendo y he intentado hacer ver que eso no es lo normal, que lo normal es evitar esas situaciones e intentar que todo fluya sin manos de por medio, pero por lo visto no.
Uno de mis argumentos ha sido que si todo el mundo tuviera predilección a los guantazos, el mundo iría algo peor, y que apenas podríamos dar un paseo por nuestro barrio sin ver una discursión muda de palabras. La respuesta que he obtenido ha sido que la vida es así a secas.
He dicho que no es así como yo la veo y que creo que la gente cercana a mi tampoco piensa así. La última cosa que he escuchado antes de irme porque el surrealismo podía conmigo era que tanto los que están cerca de mi como yo somos los únicos que piensan así, que la violencia es algo agradable a nivel colectivo, pero que yo, influenciado por todo aquel que yo encuentro una persona normal, y esas personas normales, somos raros.
Me he pegado un buen rato dándole vueltas a la cabeza intentando buscarle los aspectos buenos a los puñetazos e intentando encontrar mi error, pero nada.
Al final he dejado que mi ignorancia o su estupidez ganen, pues explicarme era tirar razones contra una pared, pero bueno, todo sigue como antes, a las 3 menos 15 en el Virgen del Carmen un corro de gente de 17 años anima a dos chavales de 12 a darse un par de hostias antes de comer, juzgad vosotros mismos y echáos unas risas, que la culpa es de los políticos, ¿no? Yo creo que los fallos empiezan desde abajo de la pirámide.

martes, 10 de mayo de 2011

El juego de la vida. Parte 2: Argumento

Me crezco. Ya ha habido dos personas que me han dicho cómo debería ser el argumento, y encima coinciden, dicen que deberíamos elegirlo cada uno, pero siento decios que en mi juego no es tan fácil.
No sé por qué, el juego mete virus en cada ordenador en el que se instala, y son baches que nuestro avatar debe superar. Pienso que es porque vivimos en un conjunto de personas lleno de troyanos, y estos hacen que nos peguemos las hostias, pero en verdad es lo que nos enseña a jugar con soltura.
El juego es un pseudoflashback, pues el tiempo va para alante, pero nuestra evolución va para atrás. Hace años pedíamos libertad y hoy nos encerramos todos en Tuenti y Facebook echándonos fotos por el perfil bueno. Hace años luchábamos por poder darnos besos en la calle, y hoy casi le pedimos permiso a Windows para sacarle el pen a nuestra novia.
Aun así, todo depende un poco de nosotros, de nuestro conformismo, de nuestro punto de vista sobre los problemas, de lo que pensamos cuando miramos el mar, de la meta que tengamos, o de la forma de correr que llevemos sin importarnos nada la meta.
Hay cosas bonitas en el juego; está la familia, están los amigos, está el amor, están las carcajadas, pero, ¿qué queda después de eso?
Quedamos nosotros, a solas frente a un horizonte que nos rodea por todos lados, con ganas de reir o llorar, con ganas de explicarlo todo y con ganas de ser un escéptico y solo pensar en la armonía del silencio, sin nadie que te diga guapo, pero sin nadie que te diga lo poco que le gustas o que oculte lo que le gustas porque no tienes una buena imagen.
Yo creo que ya está bien. Vamos a usar el juego para ser quienes queramos. Vamos a darle a Enter cuando se nos haga una proposición indecente, vamos a darle a Alt+F4 cuando alguien mejor visto que nosotros nos toque la polla, vamos a ser los dueños de nuestro juego, vamos a jugar, vamos a vivir.

domingo, 8 de mayo de 2011

El juego de la vida. Parte 1: Recursos

Aunque solo está para PC no hay por qué preocuparse, los recursos necesarios no son demasiado complejos:
No hacen falta más que dos dedos de frente de RAM para poder jugar al juego con relativa continuidad.
La memoria que va a ocupar la eliges tú; las personas que están ahí cuando las necesitamos podemos guardarlas bien en el disco duro, y tampoco hay problemas para almacenarlas todas, pues personas así de verdad en nuestra vida no hay para llenar ni un gigabyte, pero si las hay bloquéalas que luego pueden convertirse en elementos ocultos.
El resto de personas podemos ponerlas en dos carpetas; en una meteremos aquellas que no nos producen tanto bien como los cercanos pero tampoco nos hacen mal, las que se limitan a vivir y a dejarte a ti hacerlo, el resto podemos tirarlo a la papelera.
Recursos gráficos: Aunque nos empeñemos en que la televisión se vea cada vez mejor, os recomiendo salir a la calle y mirar el transcurso de todo, en el juego de la vida todo se ve en HD y en primera persona.
El audio es a elección del consumidor, pero yo recomiendo ir siempre acompañado de una banda sonora que no te deje indiferente, una música que te haga sentir nostálgico, satisfecho, feliz o triste, excitado o reprimido, pero, lo más importante, desactiva el sonido de la hipocresía, que en este juego está muy elevado de serie y puede joderte en tus ratos lúdicos.
El argumento del juego todavía no lo pongo, lo dejo a vuestra imaginación para sorprendeos con mi manera de jugar cuando me vuelva a apetecer criticar lo que somos y la forma que tenemos de usar el joystick cada uno.

lunes, 25 de abril de 2011

Otro pseudoestudio social

¿Quién somos hoy? ¿Cual es nuestra aspiración en la vida para dotar de sentido nuestro día a día? ¿Sigue todavía mamá ahí para contarnos un cuento antes de dormir?
Nos hemos trannsformado; hoy somos híbridos producto de la constante competición. Hoy no aprendemos por nosotros, sino por superar al prójimo. Hoy somos Romeos que solo quieren las tetas de Julietas y Cenicientas que solo quieren besos de viriles y atractivos varones.
Hablamos de nuestros problemas y el juego no consiste en arreglarlos, sino en decirlos con palabras bonitas y empatizar falsamente por un rato. Incluso la selección natural de Darwin nos afecta; mientras a la jirafa le crecía el cuello para llegar a las hojas más altas, al hombre se le endurece la cara para llegar a ser el que más sale en televisión.
Nos están creando miedo diciendo que no vamos a ser nadie en el futuro, que esto es solo el principio del fin y debemos actuar como ellos dicen pero, ¿quién piensa en el presente?
No estamos tan mal; todavía hay algo de hielo en los polos y no nos ha comido ningún extraterrestre, todavía hay algún que otro lince ibérico y parques naturales de arena fina donde manchar la luna llena y naranja con el humo de unos canutos, todavía hay Julietas sin tetas que enamoran a Romeos, y príncipes feos que despiertan a Cenicientas con besos, pero es cuestión de tiempo que nos convirtamos en robots de oficina cuyas baterías son el lorazepam y la viagra.

miércoles, 13 de abril de 2011

Cansado de estar cansado

Sentado en una silla mirando el escritorio de mi ordenador. Vivo con una fatiga que no es física pero que me duerme todo el cuerpo. Sólo vivo como quiero cuando sueño, y creo que es por tanto soñar por lo que vivo cansado, preparándome para otra noche de viaje por el mundo que han creado mi cerebro y el THC de los fines de semana, donde la felicidad es accesible a todos, el sexo es un deporte y tú te abrazas a mi cama. Aun así, voy a parar ya, estoy cansado de estar cansado.

domingo, 27 de marzo de 2011

Todos apáticos

Hoy he encendido la tele y solo he visto sonrisas. Disney y Sálvame hacen de la felicidad y del amor cosas convencionales, le están poniendo una careta a todo el mundo, y nadie sabe quitársela.
Ya no sé qué creerme, hemos hecho del "nomepasanada,deverdad" un eslogan anunciando nuestros días más nublos, y es que nos da miedo ser como estamos o estar como somos, cada uno que lo enfoque a su manera.
Hoy la vida es mentira porque la mueve la educación que nos han dado y no la que deberíamos tener, porque hay vallas en las fronteras y porque nos interesa odiarnos unos a otros.
A mi me gustaría que esto lo leyera quien me tenga rabia o piense que soy un imbécil, porque quizás lleven razón, o quizás no sepan que llevan la careta de la que he hablado antes. Si por un día pudiésemos romper esas gomillas, quizás todos seríamos flowerpower; no estaríamos todo el día felices, pero lo seríamos en general porque estaríamos como somos y la empatía de los cercanos haría de los ratos malos un simple acercamiento a la realidad.
Esta teoría sin fórmula o sin hipótesis inicial es simplemente una explicación de lo que yo soy; yo tengo una careta, pero la estoy rompiendo, y solo me tapo con ella la cara cuando me da miedo el mundo que estamos creando.

sábado, 12 de marzo de 2011

Te veo después

Hablo de ello y lo oigo, cierro los ojos y lo veo, y aún se me pone la carne de gallina. Quizá sea el lazo invisible que me une a ello o la capacidad de mi cerebro de ponerme la imagen de lo vivido ahora mismo. Arrepentido y orgulloso del pasado, nostálgico del futuro, quiero vivir el presente con lo que está lejos. No es un menosprecio a la realidad, es un amor a lo que no puedo vivir todos los días.
Es un echo de menos lo que en una época es lo normal, es un inconformismo natural y unos microciclos de felicidad de otro tipo, es un ver el atardecer por el color que da el sol a esa hora y no por ver como se va el sol y pierdo otro día, eres tú, a quien no conozco y sé que me está esperando, es la mano que me va a quitar el mando de la tele y que va a pasear conmigo por los campos eliseos, es mi mal sabor de boca perdido en un cúmulo de sabores exóticos, es lo que no tengo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Tutti Puttane

El miedo a hacer algo fuera de la norma, la incertidumbre de lo que me espera o el simple paso del tictac en un estado de alucinación.
Un mechero que da fuego a algo más que tabaco, que me enciende las ganas de ser feliz.
El sonido del agua que apaga mi mediocridad o el ingenuo tránsito del fracaso de mis ojos comiéndose a los tuyos.
Un cúmulo de sensaciones que se juntan a la vez que me separo de una ciudad llena de una atractiva bohemia.
La relajación comprada ilegalmente mezclada con el olor a gaviota, pero quizás nunca pase todo tan bonito como yo lo espero.
La compañía de los que hasta hoy han sido los pilares de mi casa en las nubes y de mi escape a Saturno un sábado de lluvia ayuda, por lo que me limito a realizar respiraciones de humo prefabricado en el camarote y a reirme por lo que sea.
No hay dolor más dulce que el de mandíbula después de unas carcajadas, y hoy es lo único que me incomoda, aparte de tu ignorancia o de tu autosobrevaloración, a los que ya ando algo acostumbrado.
Mientras zarpo contra viento pienso que dejarse llevar es fácil, pero sé que volverás a mirarme a los ojos y no por encima, que volverás a pensar en el algodón de mis nubes, y que al mismo tiempo que yo dejaré la combustión que acarrea mi sonrisa, tu traerás una sonrisa que acarree mi combustión.

lunes, 21 de febrero de 2011

La más guapa no es la que mejor sale en las fotos

Vino la Luna a decirnos que le molestaba el ruido de los muelles, el mechero se quedó sin gas y solo nos quedó la chispa, la gravedad se cansó de aguantarnos y nos hizo flotar, ahora dime qué sentido tiene esto.
Sé que no me cansaría de hacerte sudar y de agarrarte para que no escapases por la sexta dimensión de la que hablan los que no saben ni hablar, que no me importaría que empañases la mampara de mi ducha todas las mañanas, o que quemaras los bizcochos porque estás viendo España Directo, pero, ¿de verdad vas a hacerme pensar que te quiero?
No me costaría creérmelo, tú mejor que nadie conoces mi facilidad ante tu voz, ante tus chistes sin gracia y ante tus argumentos inútiles cuando desmonto tus castillos de princesas cerebrales.
Dejando a un lado mi patriotismo hacia mí mismo y mi relativa valentía, sueño con que seas tú la que me pase la piedra del Clipper, la que me de un masaje porque crea que me duele algo, cuando lo único que quiero es tenerla cerca.
Ni la que me quita los puntos negros de la oreja ni la mejor amiga de mi madre los domingos despues de comer, quiero que seas la que más me grita y la que más se pelea conmigo debajo del edredón.

lunes, 7 de febrero de 2011

Andando contigo sobre el agua

Ya oigo el ruido del tren. Dentro van el cantante de verbenas para sordos, el mimo para ciegos y el psicólogo que se sienta a escuchar las penas de los mudos. Puede que sea el único tren sin miedo a descarrilar, pues lo conduce la fugacidad de la sonrisa, y nunca falla.

miércoles, 26 de enero de 2011

La siete de un recopilatorio

Quizá fuera lo inesperado o lo que algunos llaman destino, pero esta vez ni el dinero pudo consumir las ganas de hacerlo. Después de una ida y un dolor, ambos de cabeza, solo fue la carretera la que convencía de que se estaba haciendo bien.
Quizá fuera la humedad en el ambiente o el abundante estimulante inhalado, pero fue llegar y lo primero que se encontró fue la autosatisfacción escondida en la séptima canción de un recopilatorio rayado de Bob Dylan.
Entre las olas y unos filosofeos teñidos de verde, me vi dentro de aquel agua, de la luna de aquella noche.
Me gustaría poder decir lo que pensé, pero no sé escribirlo con letras; vi que fui feliz con solo estar allí, vi las olas rompiendo como algo que va más allá del ruido que se esconde detrás de los gritos de agosto, oi la música del silencio y la única niebla que me separó de la nada era la del humo que me hacía sentir cómodo.
Pensé cursiladas sin parar, pero me era inevitable, sentado en una roca mirando la línea que hace la unión del cielo con el mar lo vi todo bonito por un instante, e intenté explicarme el por qué de esta belleza, el por qué de mi enamoramiento instantáneo hacia unas curvas que nunca me abrazarán en la cama ni me dirán te quiero, el por qué nuestra indiferencia hacia la naturaleza y su respeto hacia nosotros, y con todo esto y más cosas que no entendí, llegué a una conclusión; aparte de buena compañía, mi estable sonrisa ha sido "gracias a que la naturaleza sea tan incomprensible".

martes, 11 de enero de 2011

Paró el crono

Y se paró el cronómetro, marcando:
-2h 36' 24'': Le fue fácil dejarse llevar, y dejando salir sus palabras, echar por tierra el compromiso de su familia en una vida sacrificada.
-15'': Fue lo qu tardó en caer de aquel lugar y en bañar el suelo de un particular rojo.
Pero, aunque solo fueran 15 segundos, le dio tiempo a recordar las últimas marcas que tomó su reloj, aunque sin mucha precisión:
-Algo menos de un año fue lo que estuvo cegado por una venda transparente que le dejaba ver solo algunas cosas.
-Un instante fue lo que tardó en traducir Carpe Diem al idioma de sus actos y ver que estaba en el cielo, fue el tiempo que le hizo falta para sonreir.
-En poco menos de dos minutos estaba terminando de dar saliva al papel y el pellizco a la risa tonta.
-Una escasa hora, fue lo que tardaron aquellas dos blancas velas en apagarse, quitándole la luz a aquellas curvas encima de mi cama, apagando su pelo rubio encima de mi pecho y su brazo rodeando mi cuerpo.
-Un parpadeo, de esta medida se acordaba mejor, pues la había vivido todos los días. Era el tiempo que le hacía falta para enamorarse, al ver los ojos de esa, la voz de aquella, el pelo de esta o el escote de alguna otra, o incluso aquel pájaro moviendo la rama del árbol del parque.
Cuando quedaban solo dos segundos para que terminara su caída hacia el olvido pensó que en verdad no tenía motivo para hacerlo, que el amor a la vida y la suerte de poder ser quien era le podían a la barrera que tapaba el perfeccionismo, a la adicción al ibuprofeno y al calor de julio.
Justo antes de caer volvió a parar el reloj de su vida, y volvió a las tres últimas horas, cuando no había echado por tierra a nadie cercano. Volvió y vivió su vida, con lo que comprendió que la única barrera que nos separa de la satisfacción (que no de la felicidad) es nuestra incomprensible complejidad.