sábado, 6 de junio de 2009

Inmerso en monotonía, tú eres mi único tema.

Necesito contarte algo. Quiero hacerte mi cómplice en este necio secreto sin más importancia que la de mi vida. Vivo inmerso una aplastante monotonía que cubre mi cara de letras escritas en tinta imborrable, siendo hoy un hombre totalmente distinto al que en realidad soy. Busco un alivio a esto y creo que podrías ayudarme. La pócima que cura mi aburrida vida es el veneno que engorda tus rojos labios. Necesito beber de ellos hasta dejarte seca, sin más ganas que recordar momentos juntos y hacer que mi mano sea la prisión de la tuya, encerrándola y ahogándola de locura desenfrenada plasmada en lienzos blancos como tu sonrisa. Busco salir de la indiferencia, y tú eres la puerta de salida…