domingo, 20 de junio de 2010

Derrocho talento.

Últimamente voy por la calle y siento que voy un palmo por encima de todo el mundo. Me falta un pit bull a mi lado y unas ray-ban de mercadillo para ser más que nadie. Hago lo que quiero, como y cuando quiero, y si alguien me reprocha algo, me la suda. Sueño con Blancanieves por las noches y me toco pensando en Bambi, soy un niño mimado que apenas pisa su casa, no me puedo quejar de vida.
Además, me siento un poco artista; hay gente a la que le gusta como canto y otra que me dice que escriba porque no lo hago mal. Pero soy un tocapelotas y ahora lo que voy a hacer es pintar cuadros. Creo que voy a empezar con el de mi vida: Voy a meterle colores vivos en mis amigos, familia, y los ratos MLP. Voy a meter blanco y negro en los ratos que estoy solo y pienso en la anatomía de la mantis religiosa y el origen de su puta madre. Pero hay una esquina en la que no sé qué meter, es su esquina. Creo que voy a meterle todos los colores bonitos del romántico arcoiris para pensar en los ratos en los que me has hecho el tonto más orgulloso de ser tonto del mundo, pero también voy a meter blanco y negro por los momentos en los que por orgulloso, tú me has hecho ser el más tonto del mundo.

1 comentario:

SerOnoSer dijo...

Yo también suelo estudiar la anatomía de la mantis religiosa, Juan Jiménez. xDDDDDD
Me gusta mucho ésto, ehh? :)